Cuando sientas miedo
cuando tengas penas
si se nubla el cielo en tu corazón
En el fin del mundo
en cualquier rincón
siempre estaré contigo
cuando me llame tu corazón
por que no hay en el mundo
un amor tan grande
como tu amor
Si te sientes sola
si te ves perdida
cuando no haya nadie
a tu alrededor
Y cuando llegue el día
en que la vida nos diga a dios
cuando me haya ido
busca en tu alma hija querida
busca mi amor
para dar la vida
para darte amor
para lo que pidas
hija de mi vida
hija de mi amor.
yo tan solo quiero
que sepas, que siempre
estarás en mi corazón.
Cierta vez preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquel que ella más amaba.
Y ella, dejando entrever una sonrisa, respondió:“Nada es más voluble que un corazón de madre.
Y, como madre, le respondo: el hijo dilecto, aquél a quien me dedico de cuerpo y alma… Es mi hijo enfermo, hasta que sane. El que partió, hasta que vuelva. El que está cansado, hasta que descanse. El que está con hambre, hasta que se alimente. El que está con sed, hasta que beba. El que está estudiando, hasta que aprenda. El que está desnudo, hasta que se vista. El que no trabaja, hasta que se emplée. El que se enamora, hasta que se case. El que se casa, hasta que conviva. El que es padre, hasta que los críe. El que prometió, hasta que cumpla. El que debe, hasta que pague. El que llora, hasta que calle.
Y ya con el semblante bien distante de aquella sonrisa, completó:
El que ya me dejó… …hasta que lo reencuentre…